Fuera de lo común

Dentro de la Sevilla antigua que desaparece y como piezas de arquitectura popular de indudable interés se encuentran los corrales de vecinos. Un corral es, en esencia, un edificio compuesto por un gran patio rodeado de habitaciones que se abren a él. Los corrales constituyen una parte irreemplazable de la imagen de la ciudad. La mayoría son inmuebles del siglo XIX o de centurias anteriores.


El corral es una clase de vivienda donde se albergaba una parte importante de la población sevillana de oficios, y aun hoy día puede constatarse que los corrales supervivientes están ocupados por vecinos de nivel social bajo o medio-bajo: Hay que tener en cuenta, no obstante, que el corral no es sólo lugar de habitación sino además de convivencia y estrechas relaciones sociales.


A pesar de su callada presencia en la vida de nuestra ciudad, poco se ha escrito que sea realmente valioso para la comprensión del papel del corral en la escena urbana. Apenas hay estudios que inviten al ciudadano a conocer esa “ciudad interior” que permanece desconocida para la mayoría, pero que es tan valiosa como las calles y plazas de tránsito cotidiano.


El corral de vecinos está en franca recesión, principalmente debido a la especulación inmobiliaria, la mejora del nivel de vida de la población, avanzada edad de los residentes, despoblamiento y desarraigo de las zonas históricas y la incuria institucional en materia de patrimonio histórico. La mayoría se encuentra en deficientes condiciones, incluso hay muchos casi deshabitados o ruinosos. Algunos, pocos, están en perfecto estado y albergando a la totalidad posible de sus vecinos, y es aquí donde todavía puede apreciarse cierta continuidad de la vida tradicional. Otros han pasado por una importante restauración que les ha devuelto su lozanía, pero que ha cambiado su población por otra de mayor nivel social.


    Del libro "Corrales de Sevilla. Catálogo Fotográfico", de Jordi Tarrés e Ignacio Benvenuty. 1990.